Las cortinas venecianas de madera, también conocidas como persianas de madera, representan en esta época del año la mejor solución para graduar la luz dentro de las estancias, de esta manera podemos permanecer en una habitación con la luminosidad que más nos guste. Además, son el accesorio decorativo para ventanas que mejor se adapta a cualquier tipo de decoración.
Antes de comprar cortinas venecianas de madera debes saber que…
Existen diversos factores a valorar antes de decidirnos por un tipo de vestimenta ventanas, uno de ellos es el clima de la zona donde nos encontremos. Por ejemplo, en un clima con temperaturas muy frías es recomendable textiles, en el caso de los climas con temperaturas más cálidas lo recomendable son persianas o estores que son más ligeros. Por lo tanto, los grados, la humedad y nuestros gustos nos motivarán a elegir un tipo de persiana o estor.
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¿Por qué elegir cortinas venecianas de madera?
– Son ideales para las habitaciones en las cuales tengamos la necesidad de regular la entrada de luz, por ejemplo, una de las estancias donde más se utilizan las venecianas de madera son en las habitaciones de los más pequeños de la casa, las persianas de madera crean el ambiente adecuado para que el despertar del niño sea lo más agradable posible. También se utilizan en los salones del hogar.
– Se adaptan a cualquier estilo decorativo, especialmente en los ambientes rústicos y modernos, como por ejemplo el estilo minimalista, vintage o vintage industrial, entre otros. Lo importante es saber elegir el tono de la madera, ya que debe estar en armonía con la decoración del lugar.
– Aportan intimidad sin tener que detener el paso de la luz natural, un aspecto muy valorado en los meses de verano. Esta regulación de la luz no sólo nos proporciona más intimidad sino también mantiene la temperatura dentro de la estancia.
– Y lo mejor de todo es que no acumulan ácaros porque su fabricación no es textil, por lo tanto el mantenimiento es muy sencillo.
Sin duda alguna una opción fantástica y diferente para vestir las ventanas, evitando las miradas del exterior graduando al mismo tiempo el paso de la luz con un toque especial.