El mantenimiento de las persianas de madera es de gran importancia para que perduren en el tiempo. Por ello, es recomendable que se realice al menos una vez por semana y sobre todo en la época de primavera – verano cuando hay más polvo en el aire.

Consejos para limpiar las persianas de madera

 

Para iniciar el mantenimiento te facilito los siguientes trucos que ayudarán a que las persianas de madera luzcan siempre como nueva:

1 – Antes de empezar la limpieza revisa con cuidado la persiana para identificar donde hay más suciedad,  es decir, si hay manchas pegajosas, exceso de polvo, etc. Luego de identificar las zonas  utiliza un producto para limpiarla, puedes utilizar uno para cristales o para madera. No apliques el líquido del producto sobre la persiana, vierte o rocía cuidadosamente sobre un trapo y luego utilízalo para retirar la suciedad.

2 – Un método que te puede ayudar para iniciar el proceso de limpieza es cerrando las persianas de madera. Resultará más cómodo realizar el mantenimiento si la colocamos de esta manera. Otra opción que puedes elegir es quitarlas para una limpieza más profunda, sin embargo, esto no debe hacerse a menudo debido a que hay posibilidades de dañar las persianas. Lo recomendable es que lo realice un profesional.

 

madera_sala

 

3 – Utiliza guantes de algodón suave para limpiarlas o guantes de tela que atrapan el polvo con facilidad, por ultima opción coge una toalla que no uses y conviértela en un trapo improvisado, cualquiera que selecciones procura que esté limpio antes de empezar.

4 – Si utilizas guantes asegúrate que no estén húmedos, ya que pueden dejar manchas.

5- Una vez sepas con qué vas a limpiar las persianas de madera, desliza lentamente con los dedos comenzando desde la parte superior hasta abajo y de derecha a izquierda.

6 – Una vez finalices el proceso, ábrelas y ciérralas en dirección opuesta, para realizar el mantenimiento que corresponde al otro lado y repite el proceso.

Estos son lo consejos básicos para limpiar las persianas de madera, no olvides que debes hacerlo al menos una vez por semana o cada quince días.