No existen terrazas pequeñas, sino mal aprovechadas

Muchas veces, el hecho de poseer una terraza reducida acaba convirtiéndola en un simple trastero, en un espacio abandonado o en, básicamente, esos metros de nuestro hogar que un día formaron parte de sus superficie pero ahora han pasado al olvido.

Pues ¡se acabó!. Están ahí para ser mimadas y aprovechadas, y tenemos muchos trucos que nos lo ponen muy fácil.

Toma bien medidas y aprovecha cada centímetro:
Una vez has valorado las medidas de tu terraza podrás elegir la función que quieres darle según los resultados. Hay terrazas que serán lo suficientemente amplias como para tomar el sol y otras que tendremos que aprender a aprovechar de otras formas.

Dejar espacio, siempre da espacio:
La decoración y los muebles siempre pegados a la pared, si existe opción de espacio central, déjalo libre, un buen truco para dar amplitud.

Utiliza mismos materiales:

Unifica tonos y materiales, la multitud y la variedad la dejamos para espacios grandes, en pocos metros muchas texturas pueden saturar. Las maderas claras dan sensación de espacio. Busca alguna resistente y preparada para el exterior.

Plantas, plantas y plantas:

Aprovecha los muros, cubrelos con vegetación (siempre sin excederse), dan profundidad y frescor. Si te gustan las flores, opta por flores pequeñas, parece mentira, pero dan sensación de espacio. Y por supuesto no te olvides de las plantas colgantes, un acierto si o si que da un toque diferente.

Crea una zona de sombra:
Si vas a empezar a darle uso a tu terraza tendrás que hacerla apta, los veranos calurosos y soleados no tienen porque ser un problema si eliges el toldo adecuado. Hay muchos modelos que dan una buena sombra sin quitar casi espacio y que además son un excelente aliado de la buena decoración.

Elige bien tus muebles:
Deben adecuarse al espacio, y si además cumplen más de una función, mejor que mejor. Prueba con mesas con capacidad interna para guardar cosas, sillas plegables, sombrillas con perchero, hay muchas opciones.

Sintonía con el interior:
Hay terrazas tan mínimas que no aceptan ni un sólo mueble, pero que no cunda el pánico, aún se puede salvar. Puede seguir pareciendo una terraza si lo armonizamos con nuestro interior. Una pequeña mesita, y dos sillas frente a unas ventanas abiertas dan más que sensación de exterior. Si además la parte externa está decorada con vegetación no tendrás nada que envidiarle a la más amplia terraza de cualquier ático de tu ciudad.

 

Después de esta retaila no hay excusas para no ponerse manos a la obra, y ¿qué mejor momento que el mes de las flores y el principio del calor?

¡Sin pensarlo!