Descalzos, con botas, a cuatro patas,con tacones, el suelo de nuestras casas es puesto a prueba de mil formas diferentes, y por ello hay que pensar en muchos componentes antes de poner en marcha una remodelación del mismo.

Si te has planteado realizar esta inversión, es importante que tengas claras ciertas cosas antes de elegir el material de la superficie que desees cambiar.

Y desde aquí y como siempre te traemos unos cuantos consejos que pueden facilitarte el trabajo y la elección.

Estudia la base:

Piensa en si es porosa, húmeda, está nivelada, consulta con un profesional si es necesario, pero no lo pases por alto. Es importante saber que no todos los suelos pueden ser instalados sobre cualquier superficie.

Las condiciones ambientales a las que estará expuesto:

¿Zonas húmedas?, huye de la madera, ¿zonas frías? mármol no. Piensa en estos detalles, la resistencia y la comodidad que aportará el nuevo suelo. Hay muchas variantes y materiales sintéticos que pueden dar aspecto de una cosa aportando las condiciones de otra.

Cuántos pies lo pisarán:

No es lo mismo un piso de soltero que una casa familiar con perro y gato, evidentemente, un suelo deberá ser más resistente que el otro. La piedra es un material muy duro, mientras que el vinilo es más sensible.

Luz, luz y luz:

La luz, factor a tener en cuenta para cualquier cambio que desees realizar en tu hogar. En este caso no iba a ser menos. Estéticamente un suelo claro ayuda a dar amplitud a casas pequeñas, si por preferencia te has decantado por tonos oscuros, ten en cuenta que este tipo de colores pueden agobiar si no se encuentran en espacios luminosos.

Estudia estos factores, elige un buen material y ponte manos a la obra.

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